Revisión de 'Gran Turismo': donde la tecnología llamativa se encuentra con clichés crujientes

Archie Madekwe y David Harbour protagonizan "Gran Turismo". Crédito: Columbia Pictures/Gordon Timpen

TRAMAUn videojuego de carreras prueba suerte en la realidad.

ELENCOArchie Madekwe, David Harbour, Orlando Bloom

CLASIFICADOPG-13 (lenguaje y algo de acción)

LONGITUD2:15

DÓNDETeatros de la zona

LÍNEA DE FONDOUn pastiche de clichés de películas deportivas, pero las escenas de carreras aceleradas te mantendrán enganchado.

Después de innumerables horas al volante de un videojuego, un adolescente tiene la oportunidad de competir en la vida real en el drama deportivo "Gran Turismo". Como película biográfica de un nativo digital, “Gran Turismo” es sin duda una película para nuestro momento: una celebración a todo pulmón de lo virtual por encima de lo que los viejos todavía llaman “realidad”.

El niño es Jann Mardenborough, de Gales, y cada minuto y cada dólar que le sobra se destina a jugar Gran Turismo, el juego que recrea las mejores pistas de carreras y los mejores coches con gran detalle. (Su creador, Kazunori Yamauchi, interpretado por Takehiro Hira, se nos presenta como algo así como una deidad viviente). Jann, interpretado por Archie Madekwe (“Midsommar”), es emblemático de una nueva división generacional: él y su padre (Djimon Hounsou) no hacen casi nada juntos excepto discutir sobre el tiempo frente a la pantalla.

Pero luego Jann gana un lugar en GT Academy, que prepara a los mejores jugadores del juego para competir en carreras reales. Entra Jack Salter, el reacio entrenador de Jann y un personaje ficticio formado con repuestos de otras películas. Una vez estrella al volante, ahora mecánico debajo del auto, Jack escucha Black Sabbath en un antiguo Walkman para ahogar sus arrepentimientos. Es Robert Duvall de "Days of Thunder", Dennis Hopper de "Hoosiers", Paul Newman de "The Color of Money", y si alguien excepto el gran David Harbour ("Stranger Things") hubiera interpretado este papel de amor duro, líneas como "¡Voy a demostrar que no tienes lo que se necesita!" nunca volaría.

Los personajes, en general, no son el punto fuerte de esta película. Jann es un buen chico, entrañablemente cuadrado (escucha a Enya y Kenny G), pero al final está en blanco. Un corredor profesional llamado Capa (Josha Stradowski) es un villano genérico: engreído, rico, etc. Más interesante es el ejecutivo de marketing Danny Moore interpretado por un resbaladizo Orlando Bloom. La GT Academy es una creación de Moore, y él hará casi cualquier cosa por tener buena prensa. (Moore también es ficticio, pero está inspirado en una figura real).

Lo que hace que valga la pena ver “Gran Turismo” durante más de dos horas son las dinámicas secuencias de carreras. El director Neill Blomkamp (de la sui generis película de ciencia ficción “District 9”; también coescribió este guión) realmente nos pone en el asiento del conductor, utilizando un rápido trabajo de cámara y gráficos de juego para ayudarnos a visualizar la física y la geometría de la alta -carreras de velocidad. Un momento impresionante llega en el circuito alemán de Nürburgring cuando el coche de Jann sale volando y, horriblemente, mata a un espectador.

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Con su combinación de tecnología llamativa y clichés crujientes, “Gran Turismo” ofrece una experiencia visual llena de baches pero a veces emocionante. Quédese para ver los créditos finales, en los que los creadores del juego, armados con escáneres láser, pululan alrededor de un automóvil nuevo y reluciente para crear su clon digital. Realidad virtual: ¿cuál es la diferencia?